Operación Balmis: objetivo, proteger a los españoles
En los últimos días el apellido Balmis resuena cada vez con más fuerza a lo largo y ancho de la geografía española, especialmente en aquellos lugares donde nuestras Fuerzas Armadas han sido desplegadas para poner toda su experiencia y espíritu de sacrificio al servicio de sus compatriotas en la lucha contra el coronavirus (COVID-19).
Operación Balmis es el nombre con el que el Estado Mayor de la Defensa ha bautizado al despliegue militar que está luchando contra la propagación del virus y que hasta el momento suma más de 2.600 efectivos en diferentes localidades de toda España.
Esta denominación rinde homenaje al médico militar Francisco Javier Balmis, protagonista de una de esas muchas gestas enterradas por la historia. Balmis lideró la expedición que, a principios del s.XIX, llevaría la vacuna de la viruela a los territorios españoles en ultramar. Durante este periodo el virus causaba estragos entre la población infantil de México y Filipinas, de ahí que en 1803 y por encargo del monarca Carlos IV, se pusiera en marcha la bautizada como “Expedición Filantrópica de la Vacuna de la Viruela”.
Hoy la lucha es otra, nos enfrentamos a un adversario diferente, un nuevo patógeno de una familia conocida pero que todavía constituye un misterio en muchos aspectos, y que en poco tiempo ha conseguido poner en jaque al mundo entero. Frente a su avance, miles de profesionales de muy diferentes sectores luchan por frenar la expansión de la enfermedad y paliar sus múltiples consecuencias, que tal y como hemos comprobado afectan a todos las facetas de nuestro día a día.
Como suele ocurrir en estos casos, es cuando los olvidados salen a la luz, cuando aquello que damos por supuesto adquiere su verdadero valor, cuando aquello que infravaloramos cobra sentido. Una vez más las Fuerzas Armadas, como tantos otros profesionales de muy distintos sectores, que desempeñan su actividad día tras día con orgullo, pero con la más absoluta de las discreciones sociales o mediáticas, se colocan en vanguardia cuando aparece el peligro.
Desde el primer momento nuestros militares han puesto sus conocimientos, personal y capacidades al servicio de la ciudadanía. A lo largo de esta semana la presencia de efectivos pertenecientes a diferentes unidades de las Fuerzas Armadas ha ido en aumento a medida que se solicitaba su participación para dar apoyo a las labores de desinfección de zonas urbanas especialmente críticas y otros espacios que sean foco de contagio, vigilancia en las calles para garantizar el cumplimiento de las medidas previstas mientras se prolongue el estado de alarma.
Con el paso de las horas estas primeras solicitudes se han visto ampliadas, del mismo modo que las labores desempeñadas por los efectivos desplegados. En esta línea se ha pronunciado el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Miguel Ángel Villaroya, durante su comparecencia esta mañana, al relatar las acciones previstas en la operación Balmis para el día de hoy, tras anunciar que actualmente las Fuerzas Armadas están presentes en 55 localidades apoyando en:
La instalación de un centro de acogida temporal del Ayuntamiento de Barcelona en la Fira de Muestras y el apoyo a la instalación para el centro de Alojamiento y Confinamiento temporal en Ceuta. El apoyo diario al campamento de emergencia en IFEMA, Madrid y la instalación de un campamento para 103 personas sin techo con movilidad, vestuario, seguridad y alimentación en Cádiz.
El apoyo al triaje en el Hospital Universitario Central de Asturias; así como presencia y reconocimiento en las estaciones de Cercanías de Atocha, Sol, Chamartin, Nuevos Ministerios y Santa Eugenia; como también la formación por parte de las unidades de la Guardia Civil a unidades del Ejército de Tierra y al del Aire para hacerse cargo de la seguridad en las centrales nucleares de Almaraz, Trillo y Cofrentes.
Así mismo, el JEMAD ha querido destacar las muestras de cariño y reconocimiento por parte de los vecinos de aquellas localidades donde han hecho acto de presencia, y ha transmitido un mensaje de aliento a la población elogiando el espíritu de sacrificio de los profesionales que se desviven por atender nuestras necesidades en estos momentos críticos, haciendo un llamamiento a emularlos demostrando que todos “somos soldados, cada uno en el puesto que nos ha tocado vivir”.
En momentos de crisis como el que atravesamos actualmente es cuando afloran las mayores virtudes del ser humano, cuando los verdaderos problemas eclipsan las trivialidades cotidianas y cuando valoramos realmente el encontrarnos rodeados de excelentes profesionales que anteponen nuestra salud a la propia.
Por todo ello aquí va nuestro agradecimiento, respeto y profunda admiración hacia todos los profesionales que durante los 365 días del año, y muy especialmente en estos momentos, nos hacen la vida más cómoda, más fácil, más segura.