Miedo en Estados Unidos ante un posible ciberataque en las elecciones
Verónica Sánchez Moreno
La prudencia se extrema para que mañana, 8 de noviembre, nada pueda truncar o empañar el proceso electoral.
42 estados y 29 agencias electorales locales han solicitado asistencia de ciberseguridad al Departamento de Seguridad Nacional estadounidense que, junto al FBI y al MS-ISAC (Multi-State Information Sharing and Analysis Center) tendrán preparado personal entrenado alrededor de todo el país por si hay problemas de hackeo.
Según Bloomberg, la mayor preocupación no es que los hackers puedan manipular los resultados electorales, lo que es casi imposible porque la mayoría de los sistemas en los centros electorales no están conectados a internet, sino que se pueda sembrar confusión entre los electores a través de actividades malintecionadas como alterar información o páginas webs en los que aparece el listado de las localizaciones y el horario de dichos centros electorales. Para que esto no ocurra, las agencias federales y los mayores proveedores de internet coordinarán sus esfuerzos a través del Centro Nacional Integrado de Ciberseguridad y Comunicaciones (National Cybersecurity and Communications Integration Center o NCCIC).
“Seguimos bastante preocupados” era la respuesta del director de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), el almirante Michael S. Rogers, hace ya dos meses al ser preguntado por este tema por el senador John McCain, presidente del Comité de Servicios Armados, por lo que la inquietud no es nueva. «El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional están llevando a cabo una investigación muy minuciosa”, subrayó al respecto el subsecretario de Inteligencia, Marcel Lettre.
Ahora, tras el mayor ciberataque de la década, que tuvo lugar el pasado 21 de octubre, las alarmas son aún mayores. Un ataque masivo de más de 10 horas al proveedor de Internet Dyn, que inutilizó las webs de grandes compañías como Twitter, Spotify, Amazon, Netflix, Ebay o The New York Times. Este ciberataque fue del tipo DDoS, es decir, de denegación de servicio: miles de dispositivos se conectan a la vez a una web hasta que ésta se colapsa. Por ello, para que nada falle durante las elecciones presidenciales estadounidenses, el esfuerzo de las agencias nacionales incluye preparar la infraestructura para que soporte un mayor tráfico web por si tuviese lugar un ataque DDoS. Clinton o Trump, Estados Unidos se blinda para que la jornada electoral transcurra sin incidentes también en el ciberespacio.