El ejército israelí ataca la casa del líder de Hamás en Gaza
Aviones de combate israelíes han atacado la casa del dirigente de Hamás, Ismail Haniyeh en Gaza, según ha informado hoy a primera hora el ejército israelí. La casa de Haniyeh «se utilizaba como infraestructura terrorista y a menudo servía de punto de encuentro para que los altos dirigentes de Hamás dirigieran atentados terroristas contra civiles israelíes y soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel», ha declarado el ejército.
Mientras, el presidente israelí, Isaac Herzog, ha afirmado que puede ser necesario que una «fuerza muy fuerte» permanezca en Gaza en un futuro próximo para evitar que el grupo militante Hamás resurja tras la guerra, pero el presidente estadounidense, Joe Biden, ha advertido de que ocupar Gaza sería «un gran error».
«Si nos retiramos, ¿quién tomará el relevo? No podemos dejar un vacío. Tenemos que pensar cuál será el mecanismo; hay muchas ideas que se lanzan al aire», ha dicho Herzog hoy en una entrevista. «Pero nadie querrá volver a convertir este lugar, Gaza, en una base terrorista«, ha añadido.
Herzog ha declarado que el gobierno de Israel se encuentra debatiendo muchas ideas sobre cómo se gestionaría Gaza una vez finalizada la guerra y ha señalado que suponía que Estados Unidos y «nuestros vecinos de la región» tendrían alguna participación en el orden posterior al conflicto.
Biden aseguró ayer que había dejado claro al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que una solución para los dos Estados era la única forma de resolver el conflicto palestino-israelí y que ocupar Gaza sería «un gran error».
La Autoridad Nacional Palestina (ANP), que ejerce un autogobierno limitado en partes de Cisjordania ocupada por Israel, afirma que Gaza, donde Hamás gobierna desde 2007, es parte integrante de lo que prevé para un futuro Estado palestino.
Israel ha prometido destruir a Hamás, pero no ha presentado un plan para determinar quién gobernaría Gaza después de la guerra. Netanyahu ha manifestado que Israel tendría que mantener la responsabilidad general de la seguridad en Gaza durante un periodo indefinido.
Hoy, el objetivo militar de Israel continúa siendo el mayor hospital de Gaza, Al Shifa, donde Hamás almacenaba armas y dirigía un centro de mando en túneles situados bajo los edificios.
Las tropas israelíes entraron por la fuerza en el hospital Al Shifa en las primeras horas de ayer y pasaron el día intensificando su búsqueda, según el ejército. Un vídeo del ejército mostraba armas automáticas, granadas, munición y chalecos antibalas recuperados de un edificio no revelado del complejo.
«Las tropas siguen registrando el hospital de forma precisa y basada en información de inteligencia«, ha declarado el portavoz del ejército, contralmirante Daniel Hagari, en una rueda de prensa celebrada a última hora de ayer.
Biden ha afirmado que Hamás estaba cometiendo crímenes de guerra al tener su cuartel general militar bajo el hospital. Ha informado también de que Israel había entrado en Al Shifa con un número limitado de tropas armadas. «Discutimos la necesidad de que fueran totalmente cuidadosos«, dijo Biden a los periodistas.
El ejército israelí no mencionó haber encontrado ninguna entrada de túnel en Al Shifa, aunque anteriormente había afirmado que Hamás había construido una red de túneles bajo el hospital. Hamás lo ha negado y ha rechazado las últimas declaraciones del ejército.
«Las fuerzas de ocupación siguen mintiendo… ya que trajeron algunas armas, ropa y herramientas y las colocaron en el hospital de forma escandalosa», ha declarado Ezzat El Rashq, alto cargo de Hamás con sede en Qatar. «Hemos pedido repetidamente que un comité de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y la Cruz Roja verifiquen las mentiras de la ocupación«.
Las fuerzas israelíes asaltaron el complejo de Al Shifa ayer por la noche «por segunda vez en 24 horas», informó WAFA, la agencia de noticias oficial palestina. Se utilizaron excavadoras y vehículos militares, según dijo la agencia, citando fuentes locales.
Israel inició su campaña contra el grupo islamista que gobierna Gaza después de que los militantes arrasaran el sur de Israel el pasado 7 de octubre. Israel afirma que 1.200 personas murieron y unas 240 fueron tomadas como rehenes en el día más mortífero de sus 75 años de historia.
Biden dijo a los periodistas que estaba haciendo todo lo posible para liberar a los rehenes en manos de militantes de Hamás, pero que eso no significaba enviar al ejército estadounidense.
Washington ha reforzado su presencia militar en Oriente Próximo, enviando dos portaaviones y buques de apoyo a la región, para evitar que el conflicto se extienda y disuadir a Irán, que apoya a Hamás desde hace tiempo, de implicarse.
El ayatolá Ali Jamenei manifestó a Ismail Haniyeh que Irán seguiría prestando apoyo político y moral a Hamás, pero que no intervendría directamente, según informaron funcionarios iraníes y de Hamás con conocimiento de las conversaciones.
Jordania ayer condenó en los «términos más duros» el bombardeo israelí alrededor del hospital de campaña jordano en Gaza que hirió a siete miembros del personal, y añadió que esperaría los resultados de una investigación del ejército antes de tomar medidas legales y políticas para responsabilizar a Israel por el «crimen».
En represalia por el ataque de Hamás del 7 de octubre, Israel ha impuesto un estricto bloqueo a Gaza y ha llevado a cabo un bombardeo aéreo y una ofensiva terrestre blindada que, según las autoridades palestinas, ha causado la muerte de unas 11.500 personas. Israel ha ordenado la evacuación de toda la mitad norte de Gaza, y alrededor de dos tercios de sus 2,3 millones de habitantes se han quedado sin hogar.
El primer camión que transportaba combustible a Gaza desde el comienzo de la guerra cruzó el ayer desde Egipto para entregar gasóleo a la ONU, aunque servirá de poco para aliviar la escasez que ha obstaculizado las operaciones de ayuda.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha pedido una pausa humanitaria urgente y prolongada en los combates durante un «número suficiente de días» para permitir el acceso de la ayuda. También ha pedido en una resolución la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes en manos de Hamás.
Hasta ahora, Israel ha rechazado los llamamientos a un alto el fuego que, según afirma, beneficiaría a Hamás. Sin embargo, se ha debatido una pausa en los combates en negociaciones con mediación de Qatar.