Prigozhin «probablemente» muerto, aunque no hay pruebas definitivas
La inteligencia británica ha afirmado desde la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, que “aún no hay pruebas definitivas de que Prigozhin estuviera a bordo del avión que se estrelló y se sabe que él toma medidas de seguridad excepcionales. Sin embargo, es muy probable que esté realmente muerto”.
Estas declaraciones se producen después de que las autoridades rusas informaran de que, Yevgeny Prigozhin, el líder del grupo mercenario ruso Wagner, se encontraba a bordo de un avión que se estrelló el miércoles por la noche al norte de Moscú sin que hubiera supervivientes, dos meses después de que liderara un motín frustrado contra la cúpula del ejército.
El Ministerio de Defensa de Reino Unido también ha señalado que es probable que la muerte de Prigozhin, tenga un efecto “profundamente” desestabilizador en el Grupo Wagner: “Es casi seguro que la desaparición de Prigozhin tendrá un efecto profundamente desestabilizador en el Grupo Wagner”, señala el comunicado de los servicios de Inteligencia del Ministerio de Defensa británico.
Las autoridades británicas afirman que el carácter de Prigozhin, junto con su “hiperactividad”, su “excepcional audacia”, su “afán de resultados” y la “brutalidad extrema” que impregnaba a los mercenarios que dirigía, son cualidades que es “poco probable” que se encuentren en su próximo sucesor.
El Kremlin y el Ministerio de Defensa no hicieron ningún comentario oficial sobre la suerte de Prigozhin, enemigo declarado de la cúpula del ejército por su “incompetencia” en la guerra de Rusia en Ucrania.
Gray zone, un canal de Telegram vinculado a Wagner, también lo declaró muerto y lo aclamó como un héroe y un patriota que, según afirmó el comunicado, había muerto a manos de personas no identificadas a las que calificó de “traidores a Rusia”.
Mientras, el Ministerio de Defensa de Rusia ha afirmado que sus fuerzas de defensa antiaérea han destruido un ataque a gran escala con drones lanzado por Ucrania en la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
Crimea ha sido objetivo de Kiev desde que Moscú comenzó su invasión de Ucrania en febrero del pasado año, pero en las últimas semanas ha sido objeto de ataques más intensos y crecientes.
El Ministerio de Defensa ruso ha especificado que sus fuerzas han derribado nueve drones, mientras que otros 33 “han sido suprimidos por la guerra electrónica y se estrellaron sin alcanzar el objetivo”.
El ministerio no ha precisado si se han producido daños o víctimas. Ha añadido que también han derribado un misil lanzado por Ucrania sobre la región de Kaluga, fronteriza con la región de Moscú.
Mikhail Razvozhayev, el gobernador de Sebastopol, ciudad portuaria de Crimea, y designado por Moscú, ha aclarado en la aplicación de mensajería Telegram que varios drones han sido destruidos sobre el promontorio de Quersoneso. El cabo está situado a las afueras de Sebastopol y alberga la flota rusa del Mar Negro.
Por el momento no ha quedado claro si esos drones se encuentran entre los 42 de los que ha informado el Ministerio de Defensa. “Todas las fuerzas y servicios están preparados para el combate”, ha declarado también Razvozhayev.
Kiev ha advertido en repetidas ocasiones que planea recuperar Crimea, y el asalto con drones se ha producido dos días después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, manifestara en una conferencia en Kiev sobre la situación de Crimea que la península sería “desocupada como todas las demás partes de Ucrania que, por desgracia, siguen bajo el invasor”.
El día de ayer, Ucrania afirmó que sus fuerzas habían desembarcado en la península e izado la bandera del país durante una “operación especial” para conmemorar su segundo Día de la Independencia en tiempos de guerra.
Las tropas de las fuerzas especiales desembarcaron en la costa occidental de Crimea, cerca de las localidades de Olénivka y Mayak, donde “entablaron combate”, según informó la agencia de inteligencia ucraniana GUR.
Asimismo, Moscú también ha acusado a Ucrania de atacar un puente de construcción rusa que conecta la península con Rusia y es una ruta de suministro clave para el ejército ruso. El puente, único paso sobre el estrecho de Kerch, ha estado cerrado debido a múltiples incidentes, incluida una explosión el pasado julio.
Con esta situación, Rusia no ha dado muestras de abandonar Crimea, península que continúa empleando como plataforma para lanzar misiles contra objetivos ucranianos.
Moscú tomó el control de Crimea tras un referéndum celebrado después de que las fuerzas rusas se apoderaran de la península hace nueve años y que, según afirmó, demostró que los habitantes de Crimea, que hablan principalmente ruso, querían formar parte de Rusia.
Desde entonces, Ucrania ha tachado el referéndum de farsa, y la comunidad internacional no reconoce la jurisdicción de Moscú.