Nueva escalada de violencia en Siria tras ataques en Damasco

La situación en Siria ha dado un nuevo giro con el segundo ataque israelí en menos de 48 horas. Según el primer ministro Benjamin Netanyahu, la ofensiva más reciente tuvo lugar cerca del palacio presidencial en Damasco, enviando un mensaje claro al gobierno interino sirio de Ahmed al-Sharaa. Israel ha reafirmado su compromiso de proteger a la comunidad drusa, que ha sido blanco de violencia sectaria en los últimos días.

El ataque se produce en un contexto de creciente inestabilidad en Siria, donde los enfrentamientos entre grupos armados han dejado más de 100 muertos en los últimos días. La violencia se ha desatado tras la difusión de una grabación considerada ofensiva hacia el profeta Mahoma, lo que ha provocado una ola de represalias y enfrentamientos armados en ciudades como Jaramana y Sahnaya. 

Mientras tanto, Israel ha intensificado su presencia en la región, reforzando su control sobre territorios en el suroeste de Siria y destruyendo parte del armamento pesado del ejército sirio. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia y la creciente intervención de actores externos en el país.

Desde la caída del expresidente sirio Bashar al-Assad en diciembre, el país ha estado sumido en una crisis de gobernabilidad. El presidente interino Ahmed al-Sharaa enfrenta dificultades para consolidar su control, mientras los enfrentamientos entre grupos islamistas y minorías como los drusos y los alauitas continúan escalando.

Reacciones internacionales

El gobierno sirio ha rechazado todas las formas de intervención extranjera en sus asuntos internos, aunque no ha mencionado directamente a Israel. Mientras tanto, Irán ha acusado a Estados Unidos de “comportamiento contradictorio y declaraciones provocadoras” en medio de las tensiones en la región. Washington ha advertido a Teherán sobre las consecuencias de su apoyo a los hutíes en Yemen y ha impuesto nuevas sanciones relacionadas con el comercio de petróleo.

La ONU ha pedido el cese de los ataques israelíes en Siria y ha condenado la «inaceptable» violencia contra las minorías drusa y alauí. El enviado especial de Naciones Unidas en Siria, Geir Pedersen, ha instado a que se adopten medidas inmediatas para garantizar la protección de los civiles y evitar la incitación a las tensiones comunitarias.

Escalada de violencia en Siria

Los enfrentamientos han aumentado en intensidad en las últimas semanas. En la ciudad de Jaramana, predominantemente drusa, los combates entre grupos armados drusos y sunitas han dejado decenas de muertos. La violencia se desató tras la difusión de una grabación considerada ofensiva hacia el profeta Mahoma, lo que provocó una ola de represalias y enfrentamientos armados.

En Sahnaya, la situación sigue siendo tensa, con informes de bombardeos y enfrentamientos entre fuerzas de seguridad sirias y grupos armados. Israel ha advertido que continuará actuando si considera que la seguridad de los drusos está en riesgo.

Perspectivas futuras

La situación en Siria sigue siendo volátil, con enfrentamientos en varias regiones y un alto nivel de incertidumbre sobre el futuro del país. Israel, por su parte, ha reiterado su compromiso de proteger a los drusos y ha advertido que continuará actuando si considera que su seguridad está en riesgo.

El conflicto en Siria, que ya ha dejado miles de muertos y desplazados, sigue sin una solución clara. La comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia y la creciente intervención de actores externos en el país. La situación sigue siendo extremadamente frágil, con el gobierno interino de al-Sharaa enfrentando dificultades para consolidar su autoridad en un país fragmentado por años de guerra y conflictos sectarios. La violencia en Sahnaya y Jaramana ha puesto de manifiesto los desafíos que enfrenta la administración siria para garantizar la seguridad de todas las comunidades, mientras que la intervención israelí añade una nueva dimensión a la crisis. La incertidumbre sobre el futuro de Siria y la creciente injerencia de actores externos hacen que la estabilidad en la región siga siendo un objetivo difícil de alcanzar.

Además de los enfrentamientos en Siria, la situación en los Altos del Golán ha comenzado a generar preocupación. Este territorio, que Israel capturó en la Guerra de los Seis Días de 1967 y se anexionó en 1981, sigue siendo un punto de fricción entre Israel y Siria. En los últimos días, se han registrado movimientos militares en la zona, con informes de refuerzos israelíes en respuesta a posibles amenazas provenientes de Siria. 


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