Netanyahu disuelve el gabinete de guerra
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha disuelto el gabinete de guerra, formado por seis miembros, según ha informado un funcionario israelí, lo que es una medida ampliamente esperada después de la salida del gobierno del ex general centrista Benny Gantz.
Después de ello, se espera que Netanyahu celebre ahora consultas sobre la guerra de Gaza con un pequeño grupo de ministros, entre ellos el de Defensa, Yoav Gallant, y el de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, que habían sido parte del gabinete de guerra.
La medida ha sido anunciada mientras el enviado especial de Estados Unidos, Amos Hochstein, se encuentra de visita en Jerusalén, tratando de calmar la situación en la disputada frontera con Líbano, donde Israel advierte que las tensiones con la milicia Hezbolá, respaldada por Irán, están acercando a la región a un conflicto más amplio.
El ejército israelí ha informado también de que ha acabado con la vida de a un alto operativo de una de las secciones de cohetes y misiles de Hezbolá en la zona de Selaa, en el sur del Líbano. Asimismo, el ejército ha declarado que prosiguen sus operaciones en el sur de la Franja de Gaza, donde sus fuerzas han estado combatiendo contra combatientes de Hamás en la zona de Tel Sultan, al oeste de Rafah, así como en zonas centrales del enclave.
La visita de Hochstein se produce tras semanas de crecientes intercambios de disparos y tiroteos a través de la línea que separa Israel de Líbano, donde las fuerzas israelíes llevan meses inmersas en un conflicto latente con Hezbolá que ha continuado paralelamente a la guerra en Gaza.
Decenas de miles de personas han sido evacuadas de sus hogares a ambos lados de la llamada Línea Azul que divide ambos países, dejando zonas inquietantemente desiertas de pueblos abandonados y granjas azotadas por bombardeos casi diarios.
«El actual estado de cosas no es una realidad sostenible«, ha declarado el portavoz del gobierno David Mencer en una reunión informativa. Netanyahu se había enfrentado a las exigencias de los socios nacionalistas-religiosos de su coalición, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, para ser incluido en el gabinete de guerra. Tal medida habría intensificado las tensiones con los socios internacionales, incluido Estados Unidos.
El foro se formó después de que Gantz se uniera a Netanyahu en un gobierno de unidad nacional al comienzo de la guerra de Gaza el pasado mes de octubre. También incluía como observadores al socio político de Gantz, Gadi Eisenkot, y a Aryeh Deri, jefe del partido religioso Shas. Gantz y Eisenkot abandonaron el gobierno la semana pasada, por lo que consideraron un fracaso de Netanyahu a la hora de elaborar una estrategia para la guerra de Gaza.
Asimismo, Gantz se ha reunido con Hochstein, para mantener conversaciones en las que Gantz asegura que «se está acabando el tiempo para llegar a un acuerdo con mediación internacional» entre Israel y Hezbolá. Hochstein continuará sus reuniones con altos cargos del gobierno israelí, entre ellos Netanyahu y el presidente Herzog.
El acuerdo para detener los combates en Gaza sigue pareciendo lejano, más de ocho meses desde el ataque del 7 de octubre contra Israel dirigido por combatientes de Hamás que desencadenó la ofensiva militar israelí en el enclave palestino. En el ataque del 7 de octubre murieron unas 1.200 israelíes y unas 250 fueron tomadas como rehenes, según los recuentos israelíes. La ofensiva israelí ha matado a más de 37.000 palestinos, según cifras del Ministerio de Sanidad palestino, y ha destruido gran parte de Gaza.
Aunque los sondeos de opinión sugieren que la mayoría de los israelíes apoyan el objetivo del gobierno de destruir a Hamás, se han producido protestas generalizadas contra el gobierno por no llevar a cabo más intentos para traer de vuelta a casa a los cerca de 120 rehenes que siguen retenidos en Gaza y contra la gestión de la guerra por parte de Netanyahu.
Manifestantes que pedían nuevas elecciones se enfrentaron a la policía en Jerusalén durante el día de ayer. Al anochecer, una multitud de miles de personas se había congregado frente a la Knesset, el Parlamento israelí, antes de marchar hacia el domicilio privado de Netanyahu. Algunos manifestantes intentaron atravesar las barreras instaladas por la policía, que los hizo retroceder. En un momento dado se encendió una hoguera en la calle y la policía utilizó un cañón de agua para dispersar la manifestación.
Mientras, la frontera septentrional ha estado relativamente tranquila durante la noche, segundo día de la celebración musulmana del Eid, en comparación con días anteriores, en los que el fuego de cohetes provocó incendios generalizados de matorrales en plena ola de calor.
La aviación y la artillería israelíes han bombardeado el sur del Líbano y la semana pasada mataron a un alto mando de Hezbolá en un ataque contra un centro de mando y control que provocó una nueva intensificación de los ataques. Además de los ataques con misiles y cohetes antitanque, se ha producido un notable aumento de los ataques con aviones no tripulados que han puesto de relieve la fuerza del arsenal que Hezbolá ha acumulado desde el último gran conflicto entre ambos bandos en 2006.