Israel mantiene la presión en Gaza y bombardea Siria

Los recientes ataques aéreos israelíes han acabado con la vida de 16 palestinos en Gaza y los residentes temen que nuevos ataques, tanto aéreos como terrestres, tengan como objetivo desalojar de civiles las zonas del norte del enclave.

Al mismo tiempo, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores sirio a la ONU que actúe tras los ataques aéreos israelíes al sur de Damasco, que, según un observador de los derechos humanos, han causado la muerte de dos personas y heridas a otras cinco.

La agencia de noticias estatal siria, citando a una fuente militar, informa de que en el ataque de ayer por la tarde, aviones de guerra israelíes alcanzaron “varios emplazamientos civiles al sur de Damasco, causando pérdidas materiales”.

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) asegura que Israel está reduciendo el número de camiones de ayuda autorizados a entrar en Gaza, lo que agravaría la situación de escasez de alimentos, medicinas y otros suministros esenciales, aunque Israel lo negó.

En el último derramamiento de sangre, varias personas han muerto o resultaron heridas en un ataque contra Beit Lahiya, en el norte de Gaza, a última hora de ayer, según los médicos, la misma ciudad en la que siete personas perdieron la vida en un ataque contra dos casas a primera hora del día.

Otro ataque ha matado a cuatro personas en Zawayda, en el centro de la Franja de Gaza, mientras que otras cinco han fallecido en ataques separados en el centro y el sur del enclave, según han informado los médicos a los medios de comunicación internacionales. Varias personas resultaron heridas en los ataques, afirman, y añaden que las fuerzas israelíes han enviado carros de combate al noreste del campo de Nuseirat a primera hora de ayer.

Israel desplegó tanques en Jabalia, Beit Hanoun y Beit Lahiya el pasado 5 de octubre, asegurando que su objetivo consistía en impedir que los combatientes de Hamás se reagruparan.

El Ministerio de Sanidad palestino señalan que las fuerzas israelíes continúan bombardeando el hospital Kamal Adwan y que ya ha herido a numerosos empleados y pacientes. “El personal médico no puede desplazarse entre los departamentos del hospital y no puede rescatar a sus compañeros heridos. Parece que se ha tomado la decisión de ejecutar a todo el personal que se niega a evacuar el hospital”, declara el ministerio.

El ejército israelí continúa afirmando que se esfuerza por minimizar los daños a los civiles de Gaza cuando sus tropas combaten a militantes palestinos que utilizan refugios y hospitales como escudo y para organizar ataques contra sus fuerzas. El grupo armado palestino Hamás lo niega.

Más de 70 pacientes han sido evacuados de forma segura de los hospitales de Kamal Adwan y Al-Awda a otras instalaciones médicas de Gaza, según ha informado Israel, al tiempo que se entregaba combustible, agua y suministros médicos a los hospitales.

Los palestinos aseguran que las nuevas ofensivas y las órdenes de evacuación tienen como objetivo vaciar dos ciudades del norte de Gaza y un campo de refugiados para crear zonas de seguridad. Mientras, Israel afirma que intenta mantener a los civiles fuera de peligro en su lucha contra Hamás.

La oficina de medios de comunicación del gobierno de Gaza, dirigido por Hamás, cifra en 1.800 el número de palestinos muertos desde el 5 de octubre, y señalan que otros 4.000 habían resultado heridos.

El Ministerio de Sanidad del territorio no confirma la cifra e Israel ha acusado en repetidas ocasiones a la oficina de prensa de Hamás de aumentar y manipular el número de fallecidos. Israel afirma que sus fuerzas han matado a cientos de militantes palestinos y desmantelado infraestructuras militares en Yabalia en el último mes.

Más de 43.300 palestinos han muerto en más de un año de guerra en Gaza, según las autoridades, y gran parte del territorio ha quedado reducido a ruinas. La guerra estalló después de que militantes dirigidos por Hamás atacaran Israel el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1.200 israelíes y llevándose a 251 rehenes a Gaza, según los recuentos de Israel.

Mientras, el director de la UNRWA, Philippe Lazzarini, acusa a Israel de haber reducido la entrada de camiones de ayuda en la Franja de Gaza a una media de 30 camiones al día, la más baja en mucho tiempo. Esto representaría solamente el 6% de los suministros comerciales y humanitarios que solían entrar en Gaza antes de la guerra, ha declarado. “Esto no puede satisfacer las necesidades de 2 millones de personas, muchas de las cuales están hambrientas, enfermas y en condiciones desesperadas”, escribe Lazzarini en la red social X.

Sin embargo, un portavoz del gobierno israelí asegura que no se ha impuesto ningún límite a la ayuda que entra en Gaza, y el domingo entraron 47 camiones de ayuda en el norte de Gaza.

Anteriormente, durante el día de ayer, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel señaló que había notificado oficialmente a la ONU de que cancelaba el acuerdo que regulaba sus relaciones con la UNRWA desde 1967, prohibiéndola de hecho, ya que busca la ayuda de otras agencias de la ONU para llevar ayuda a Gaza. “Restringir el acceso humanitario y, al mismo tiempo, desmantelar la UNRWA añadirá una capa adicional de sufrimiento a un sufrimiento ya indecible”, declara Lazzarini.

La ONU informó en agosto que nueve miembros del personal de la UNRWA podrían haber estado implicados en el ataque del 7 de octubre contra Israel y que habían sido despedidos. Más tarde, se descubrió que un comandante de Hamás en Líbano, muerto en un ataque israelí, había estado empleado en la UNRWA.