Indicios de un mayor distanciamiento entre Armenia y Rusia

Conflicto en el Cáucaso Sur. Sábado 7 – 12 de octubre 2023.

Por diversas fuentes abiertas se confirma que ningún elemento de las fuerzas armadas de Armenia participaron en las maniobras militares combinadas llamadas «Hermandad Indestructible-2023» organizadas por la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) y desarrolladas en Kirguistán desde el 6 de octubre. Las maniobras han tenido una semana de duración.

La OTSC es la alianza defensiva que intenta aglutinar a las repúblicas de formaban parte de la extinta Rusia socialista, la Unión de Repúblicas Socialista Soviéticas (URSS).  Los integrantes actuales de esta alianza militar son Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán.

A este desencuentro se le suma otro, quizás de mayor importancia: Las autoridades de Kirguistán informaron el 10 de octubre que el primer ministro armenio Nikol Pashiyan comunicó al presidente   kirguís Sadyr Japarov que Armenia no asistiría a la Cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en Bishkek, Kirguistán, el 13 de octubre.

La CEI es la organización política que intenta aunar intereses entre las viejas repúblicas de la extinta URSS, pero las tres republicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) optaron por salir de la órbita rusa tras la caída de la URSS y actualmente forman parte de la Unión Europea y de la OTAN.

Conforme la nueva Rusia quiso volver a las fronteras de los zares, heredada por la URSS, las disidencias dentro de la CEI se incrementaron:  Ucrania, aunque fue miembro fundador, nunca ratificó su pertenencia a la CEI; Turkmenistán se retiró para convertirse en miembro asociado en 2005; Georgia dejó la Comunidad en 2009 tras perder Abjasia y Osetia en la guerra ruso-georgiana de 2008; y, por último, Moldavia se retiró definitivamente de la CEI en mayo de 2023 por la invasión rusa de Ucrania. La CEI se incrementó en 2018 con Mongolia, que no formaba parte de la URSS, pero este país ingresó solo como observador.

Las relaciones ruso-armenias, no quedan solo con estos dos desencuentros en el marco de la OTSC y la CEI. El divorcio entre Armenia y Rusia parece confirmado con la indicación de Nikol Pashinyan quién  el 11 de octubre pasado declaró que las fuerzas de paz rusas, que despliegan en Nagorno – Karabaj, al término de su misión, deberían regresar a Rusia en lugar de a las bases rusas en Armenia.

Si Nikol Pashinyan no es derrocado, es posible que Armenia siga los pasos de Georgia, abandone la OTSC y la CEI, se aproxime a Occidente cambiando sustancialmente la geopolítica del Cáucaso.

Para evitar la salida de Nikol Pashinyan del gobierno, será fundamental los apoyos de la UE y de los Estados Unidos, especialmente en una intensa ayuda inicial de carácter financiero que le permita hacer frente a los gastos que generan el aluvión de armenios que han huido de Nagorno – Karabaj.

Nikol Pashinyan tiene una situación muy difícil pues son muchos los armenios los que le culpan de la pérdida del Alto Karabaj), especialmente los 120.000- 135.000 refugiados que tuvieron que huir de sus hogares tras la invasión azerí de ese territorio y se refugiaron en Armenia. Rusia mantiene operaciones cognitivas tendentes a difundir esa línea temática de señalar como culpable a Pashinyan del desastre del Alto Karabaj y, de momento, parece que tienen éxito.