Biden visitará Israel mientras la guerra de Gaza desata una crisis humanitaria

El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizará mañana miércoles una visita a Israel, mientras se prepara para intensificar la ofensiva contra los militantes de Hamás que ha desencadenado una crisis humanitaria en Gaza, al mismo tiempo que aumentan las preocupaciones por un conflicto más amplio con Irán.

La visita de Biden supondrá una importante muestra de apoyo de Estados Unidos a su principal aliado en Oriente Próximo, después de que el pasado 7 de octubre unos hombres armados de Hamás mataran a 1.300 personas en una masacre en las ciudades del sur de Israel, marcando el día más mortífero en los 75 años de historia del país.

Israel ha respondido reforzando el bloqueo de Gaza, gobernada por Hamás, incluso restringiendo la entrada de combustible, y bombardeando la zona con ataques aéreos que han matado a miles de palestinos y desplazado a cientos de miles más.

El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, concluyó horas de conversaciones con el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en Tel Aviv a primera hora del martes, informando que Biden visitará Israel. «El presidente escuchará de Israel lo que necesita para defender a su pueblo mientras seguimos trabajando con el Congreso para satisfacer esas necesidades», ha declarado Blinken a los periodistas.

Biden se reunirá con Netanyahu, reafirmando el compromiso de Washington con la seguridad de Israel y recibirá un amplio informe sobre sus objetivos y estrategia de guerra, agrega Blinken: «El presidente escuchará de Israel cómo va a llevar a cabo sus operaciones de modo que se reduzcan al mínimo las víctimas civiles y se permita el flujo de ayuda humanitaria a los civiles de Gaza de un modo que no beneficie a Hamás».

Tras visitar Israel, Biden viajará a Jordania para reunirse con el rey Abdullah, el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi y el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas, ha informado el portavoz de seguridad nacional estadounidense John Kirby.

Las autoridades de Gaza afirman que más de 2.800 personas han muerto en ataques israelíes desde el 7 de octubre, alrededor de una cuarta parte de ellas niños, y más de 10.000 heridos se encuentran en hospitales desesperadamente desabastecidos.

Por su parte, las autoridades israelíes aseguran que, además de las bajas infligidas por Hamás, el grupo respaldado por Irán tomó unos 199 rehenes en Gaza.

Jaled Meshaal, uno de los principales dirigentes de Hamás, ha asegurado que el grupo «tiene lo que necesita» para liberar a todos los palestinos encarcelados en Israel, lo que indica que podría intentar utilizar a los israelíes secuestrados como moneda de cambio.

Poco después de las declaraciones de Meshaal, el brazo armado del grupo ha afirmado también por separado que los no israelíes que había hecho cautivos eran «invitados» que serían liberados «cuando las circunstancias lo permitan».

El viaje de Biden es una elección poco habitual y arriesgada, que muestra el respaldo estadounidense a Netanyahu, mientras que Estados Unidos intenta evitar una guerra regional más amplia en la que participen Irán, su aliado libanés Hezbolá y Siria.

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, ha declarado a la televisión estatal que no se permitirá a Israel actuar en Gaza sin consecuencias, advirtiendo de una «acción preventiva» del «frente de resistencia» en las próximas horas.

Irán se refiere a los países y fuerzas regionales opuestos a Israel y Estados Unidos como frente de resistencia. «Todas las opciones están abiertas y no podemos permanecer indiferentes ante los crímenes de guerra cometidos contra el pueblo de Gaza», ha declarado Amirabdollahian. «El frente de resistencia es capaz de librar una guerra a largo plazo contra el enemigo».

Japón, actual presidente del Grupo de los 7, ha afirmado estar preparándose para concertar una llamada con Irán, según ha declarado la ministra de Asuntos Exteriores, Yoko Kamikawa, al tiempo que ha anunciado 10 millones de dólares en ayuda humanitaria para Gaza.

La semana pasada, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, declaró que Teherán no había participado en el ataque de Hamás contra Israel, pero elogió lo que calificó de «irreparable» derrota militar y de inteligencia de Israel.

En la mayor señal hasta la fecha de que la guerra podría extenderse a un nuevo frente, Israel ordenó el lunes la evacuación de 28 pueblos cerca de la frontera libanesa.

Netanyahu dijo que los israelíes debían prepararse para una larga batalla: «Y tengo un mensaje para Irán y Hezbolá: no nos pongan a prueba en el norte. No cometáis el mismo error que cometisteis una vez. Porque hoy el precio que pagaréis será mucho más alto», manifestó lunes ante el Parlamento israelí.

Mientras, los esfuerzos diplomáticos se han centrado en hacer llegar la ayuda a Gaza a través del paso fronterizo de Rafah con Egipto, la única ruta que no está controlada por Israel. El Cairo ha asegurado que el paso fronterizo de Rafah no está oficialmente cerrado, pero sí inoperativo debido a los ataques israelíes en el lado de Gaza.

Aunque decenas de miles de personas han huido hacia el sur, desde la ONU afirman que no hay forma de trasladar a tanta gente sin provocar una catástrofe humanitaria.

La organización también asegura que un millón de habitantes de Gaza ya han sido expulsados de sus hogares. No hay electricidad, escasea el agua sanitaria y se está agotando el combustible para los generadores de emergencia de los hospitales.