Armenia ratificó Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. La situación, aunque parece calmada, no es estable.

Conflicto en el Cáucaso Sur.  13 – 24 de octubre 2023.

El 13 de octubre en la reunión del Consejo de jefes de Estado de los Estados miembros de la Comunidad de Estados Independientes, Putin hizo referencia a la fortaleza de las relaciones entre Rusia y Armenia. Armenia, aunque forma parte de la referida Comunidad, declinó asistir a la reunión de la misma.

Sin embargo, el 14 de octubre el presidente de la república de Armenia, Vahagn Khachaturyan, reconoció formalmente a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional en su país. Lo hizo después de que el parlamento armenio ratificara, el 3 de octubre, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

Al reconocer Armenia tal jurisdicción, tiene la obligación de detener a las personas que tengan una orden de arresto de la referida Corte. Entre esos presuntos delincuentes internacionales con orden de arresto, está Vladimir Putin, presidente de la federación de Rusia, sobre el que existe una orden de arresto desde el 17 de marzo de 2023, por ser el presunto responsable de la deportación ilegal de niños ucranianos de las zonas conquistadas por Rusia a Ucrania.

Este reconocimiento armenio de la Corte Penal Internacional es una señal clara de pérdida de influencia rusa en el Cáucaso Sur. A ella se une la predisposición del presidente de Azerbaiyán a negociar directamente con el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, si Armenia rechaza la mediación de Rusia para alcanzar un tratado de paz que reconozca a Nagorno-Karabaj como parte de Azerbaiyán. Esta predisposición se realiza después de que el referido Nikol Pashinián declarara que está dispuesto a continuar las negociaciones del grupo de trabajo «3+3» integrado por Azerbaiyán, Armenia, Georgia, Rusia, Irán y Turquía «resolver los problemas en el Cáucaso sur».

El 20 de octubre ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, tuvo contactos telefónicos con su homólogo de Azerbaiyán, Jeyhun Bayramov, sobre la actividad de este grupo de trabajo consultivo «3+3», sin que haya constancia de algún avance.

El 24 de octubre se reunieron en Teherán, Irán, los ministros de Exteriores de Rusia, Turquía, Armenia, Azerbaiyán e Irán (el grupo «3+3») con la significativa ausencia de Georgia, emitiendo un comunicado protocolario de buenas palabras y acordándose reunirse de nuevo en Turquía.  Nada de peso sale de esta reunión.

Azerbaiyán está teniendo una buena racha geopolítica. Ha ocupado Nagorno Karabaj; la limpieza étnica se ha conseguido de forma rápida, sin necesidad del empleo de la fuerza, de forma «voluntaria» los armenios han preferido huir, por decenas de miles, de sus hogares en Nagorno-Karabaj por el terror a vivir bajo un régimen azerí; es más, nadie le ha dicho nada. Turquía le apoya. Israel le proporciona armas de la mejor tecnología. Rusia, debilitada, aguanta sus desplantes como el prescindir de ella para cerrar el asunto de Nagorno-Karabaj. Irán, incluso se ofrece para proporcionar un corredor por su territorio que una las dos partes del país separadas por Armenia. Al estallar el conflicto en la Franja de Gaza: ¿Estará tentado Azerbaiyán de invadir Armenia, apropiándose del llamado corredor de Zangegur?

Aprovechando la reunión del grupo «3+3», Serguéi Lavrov se ha reunido con su homólogo iraní, Hossein Amir-Abdollahian, donde parece que trataron temas tan importantes como la colaboración en materia de defensa entre ambos, la situación de Nagorno-Karabaj y el conflicto en la Franja de Gaza y su extensión al Líbano, Siria y Cisjordania.

La ayuda financiera iraní a grupos terroristas como Hamas (presente en Gaza y Cisjordania), y Hizbullah (presente en Líbano y Siria) así como la asistencia militar encubierta de la Fuerza Quds (iraní) a esos grupos, hacen de Irán un protagonista imprescindible en este problema. El  importante apoyo iraní a Rusia en la guerra de Ucrania, también lo hace un actor logístico destacado de ese escenario bélico.

Rusia, con ayuda de Irán, parece estar realizando una maniobra estratégica indirecta contra Occidente. Para Lavrov, en posteriores declaraciones a la citada reunión, es muy importante el desarrollo combinado entre Irán y Rusia de su «agenda bilateral» en «todo el complejo de la asociación multifacética ruso-iraní», dando a entender con los intereses de ambos están muy unidos en muchos aspectos.

Poco a poco, el concierto de las naciones se está descomponiendo y  la vuelta a la estabilidad parece complicarse.