Biden espera el alto el fuego entre Israel y Hamás el próximo lunes
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha confirmado que Israel ha aceptado detener sus actividades militares en Gaza durante el mes sagrado musulmán del Ramadán, mientras que Hamás estudia un borrador de propuesta de tregua que incluye una pausa en los combates y un intercambio de prisioneros y rehenes.
El borrador de la propuesta, según fuentes de las conversaciones en París sobre la tregua, permitiría reparar hospitales, panaderías y otros lugares de suministros alimenticios en Gaza, así como la entrada diaria de 500 camiones de ayuda al maltrecho enclave; siendo este el intento más serio en semanas de poner fin al conflicto que estalló en octubre del año pasado.
Está previsto que el Ramadán comience la noche del 10 de marzo y termine la noche del 9 de abril. «Se acerca el Ramadán y los israelíes han acordado no realizar actividades durante el Ramadán para darnos tiempo a sacar a todos los rehenes», ha declarado Biden en medios de comunicación estadounidenses.
También ha advertido de que Israel se arriesgaba a perder el apoyo internacional debido al elevado número de muertos entre los palestinos, y ha añadido que Israel se ha comprometido a posibilitar la evacuación de los palestinos de Rafah, en el sur de Gaza, antes de intensificar allí su campaña para destruir a Hamás.
Biden, cuyas declaraciones fueron emitidas ayer a última hora, ha afirmado que también hay un acuerdo de principio para un alto el fuego entre ambas partes mientras se liberaba a los rehenes. A este respecto, señala que espera un alto el fuego en el conflicto para el próximo lunes: “mi asesor de seguridad nacional me dice que estamos cerca, pero aún no hemos terminado”.
«Hay demasiados inocentes que están siendo asesinados. E Israel ha frenado los ataques en Rafah», ha asegurado Biden, añadiendo que un alto el fuego temporal pondría en marcha un proceso para que los palestinos tengan su propio Estado.
Por su parte, el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha rechazado una solución de dos Estados.
Según el borrador de la propuesta, el intercambio de prisioneros palestinos por rehenes israelíes se haría en una proporción de 10 a uno, según informa la fuente. El borrador también establece que Hamás liberaría a 40 rehenes israelíes, entre ellos mujeres, niños menores de 19 años, ancianos mayores de 50 y enfermos, mientras que Israel liberaría a unos 400 prisioneros palestinos, con la promesa de no volver a retenerlos.
Los mediadores han intensificado sus esfuerzos para garantizar un alto el fuego en Gaza, con la esperanza de evitar un asalto israelí a la ciudad gazatí de Rafah, donde se refugian más de un millón de desplazados en el extremo sur del enclave.
Después de que Hamás matara a 1.200 personas y capturara a 253 rehenes el 7 de octubre, Israel lanzó un asalto terrestre contra Gaza en el que se confirmó la muerte de casi 30.000 personas, según las autoridades sanitarias de Gaza.
Mientras, Israel ha presentado un informe ante la Corte Internacional de Justicia sobre las medidas adoptadas para cumplir una sentencia provisional que le instaba a impedir acciones bélicas en Gaza que pudieran equivaler a genocidio, según han informado funcionarios israelíes.
El mes pasado, el máximo tribunal de la ONU ordenó a Israel que se abstuviera de cualquier acto que pudiera entrar en el ámbito de aplicación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, y que se asegurara de que sus tropas no cometieran actos genocidas contra los palestinos, después de que Sudáfrica acusara a Israel de genocidio dirigido por el Estado. Israel y sus aliados occidentales calificaron la acusación de infundada.
En su sentencia, el tribunal afirmaba que Israel debía impedir y castigar específicamente cualquier incitación pública a cometer genocidio contra los palestinos de Gaza y preservar las pruebas relacionadas con cualquier denuncia de genocidio en la zona. También advertía de que el país debía tomar medidas para mejorar la situación humanitaria de los civiles palestinos en el enclave. No obstante, la resolución final del caso en La Haya podría tardar años.