La Inteligencia, clave en la detención de Puigdemont
Doce agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) vigilaban al expresidente catalán Carles Puigdemont en su periplo desde Bélgica a Finlandia, con el objeto de dictar una conferencia sobre el proceso independentista, factor que ha sido determinante para su detención en Alemania el pasado domingo 25 de marzo. La operación ha sido coordinada por la Policía Nacional, la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania y el CNI.
Desde España, el juez del Tribunal Supremo español, Pablo Llarena, reactivó una orden de captura europea e internacional en contra de Puigdemont por rebelión y malversación de fondos, entre otros cargos. Según informa la revista Focus, la inteligencia española había avisado a Alemania del viaje del catalán y cuatro acompañantes. La docena de espías españoles del CNI, expertos en su seguimiento, activaron un operativo en los países bálticos con el objetivo de cubrir cualquier itinerario que el expresidente pudiera emprender para ir a Bélgica. Cubrieron carreteras, puertos y terminales aéreas.
En este sentido, el CNI logró instalar en el Renault Scenic, en el que viajaba el prófugo, una baliza para localizar y seguir el vehículo desde Finlandia hasta Alemania. Fue detenido en el municipio de Schuby, poco después de haber entraron en territorio alemán por Dinamarca. Quedó inmediatamente bajo custodia policial y fue trasladado a una cárcel de Neumünter, al sur de Kiel, según informó el diario Bild.
El seguimiento al político catalán se estaba realizando por parte de unos 20 agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional. Puigdemont hubiera vuelto en avión desde Helsinki, pero la orden europea de detención y entrega (OEDE) del juez Llarena trastocó sus planes y modificó su vuelta a Bélgica por carretera y ferry. El CNI consiguió información adicional mediante sistemas de espionaje electrónico (correo electrónico, llamadas de móvil, mensajería instantánea…), a través de la geolocalización de su teléfono móvil y de la baliza colocada en el coche, un pequeño dispositivo que emite señales de onda corta, generalmente a través de Bluetooth, que permiten la localización a distancia.